Estaba recordando la primera vez que alguien me dijo que algo que había escrito era bonito. O hermoso. O algo así...
Recuerdo con cariño a aquella profesora de Lengua y Literatura, lamento no acordarme ni el nombre ni nada (Leo seguro sabe), mi memoria es cada día más frágil para almacenar datos puntuales. Recuerdo que había que tomar una base de una poesía vieja, de esas relamidas, atosigantes, cargosas, cargadas de imágenes... la consigna era respetar la métrica e incorporar la estructura de presentar las imágenes ("tu cuello como torre de alabastro que se eleva incólume al asedio de mis besos" o algo así...).
Le gustó tanto a la profe que se lo quedó y no me lo quería devolver. Recuerdo también su acotación al margen de la hoja en la cual lo entregué: "Es lo más hermoso que leí en mucho tiempo." Desde tan lejos en el tiempo, gracias.
Me acuerdo también que le pedí que me lo devolviera, lo hizo, y no tengo idea dónde habrá terminado.
Por esa época también escribí lo que, creo, es mi única "obra" con inicio y fin, un cuento, que se llamaba "Génesis" y trataba sobre la creación del universo como punto de vista de una inteligencia. Como explosión de sensaciones. Me había quedado bastante bien... pero tampoco se dónde está ahora.
Lo que sí se, y motiva el título de este post, es que tiempo después lo releí y me pareció imposible haber escrito eso... era tan... ajeno. No podía creer que mi cerebro hubiera pergreñado ese escrito... y sin embargo era una foto de mi mente en aquel momento. De cómo pensaba mi cerebro en ese momento, porque escribo volcando textualmente mi mente en palabras.
Entonces, mil palabras, valen más que una imagen? Sirven como foto del estado mental de algún momento?
viernes, 25 de abril de 2008
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1 comentario:
La verdad que yo tampoco recuerdo el nombre de esa profesora, últimamente mi memoria tampoco es tan buena.
Lo que si recuerdo es haber leído ese trabajo y a pesar de que mi entendimiento de la literatura no se comparan en lo más mínimo a los de una profesora del tema, recuerdo que estaba muy bueno y que despertaba en mi una gran envidia (de esas que son muy sanas) que me impulsaba a imitarte, pero mis palabras nunca lograron la gracia necesaria para ese tipo de cosas. Por lo que quedaron en su mayoría perdidas en mi mente.
En definitiva es posible que mil palabras valgan más que una imagen; o una imagen valga más que mil palabras pero solo si salen de una mente capaz de lograr manejarlas.
Y por suerte para mi, las imágenes no tienen falta de ortografía :P
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